I bet you were
expecting me to continue immersed in the topic of sexuality today? In fact sex
is such a long, deep and important issue that could go on for months but that
would change the purpose of this blog. My real intention when I clarify the
meaning of those points of doctrine in which we fail due to ignorance or an
erroneous sense of it is to help you count on the right tools to be wise in
making your own decisions not induce you in any direction. As chapter 4 of
the book of Proverbs clarifies I want you to benefit from your own knowledge so
that no one can separate you from reaching your goals neither swerve yourself
going after what will not bring you any benefit.
You may think that what
you really need to achieve your goals is to have faith in yourself and that’s
so accurate that there is an adage that says who
believes in his own failure will fail but all human beings get from time to time
dark clouds in our souls that make us feel defeated. Optimism always comes up
and down and when our goal is kind of elusive the room where we sit the ones who
believe in us and support us is almost a desert for the day when the light of
success illuminates us. It is common that in those cloudy moments we occupy spaces
of our time distracted in what without realizing, perhaps, will move us away
from our own path.
This is the moment
when you say, you are going crazy.
Sex is not like drugs and other vices and I answer it’s
just the same.
Everything that becomes a vice is pernicious. Even if that vice is reading, who
abandons his duties distracted in another tasks will soon move away from his own
path and, one of the ways in which sex is pernicious is masturbation. I’ll clarify
why although I said I was already done with this topic. First who gets his
genitals used to receive a stronger stimulation than the normal smear of
intercourse will not enjoy sex without resorting to masturbation because he
needs stronger stimulation than natural. This is what we call the focusing on genitals
of intercourse and is very common today because couples often try to keep their
sexual frequency despite the short time available product of the work
activities of both. They reduce the time of intercourse masturbating their partners
and since women require a longer time to reach satisfaction she often ends up
unsatisfied and battered product of these heavy petting.
Secondly when we
masturbate in private and in secret we feel guilty about what we do and why not
to say it morally dirty too. That blame lowers our self-esteem to such gloomy
levels that we feel we do not deserve anything good and failure becomes what we
really expect of ourselves. We also begin to abandon what is our duty and it’s
imperative that we make to grant ourselves little moments alone indoors where
we can unleash our vice and even when guilt weighed and lose employment or
disapprove the exam give us a little more of what made us fail and; do you know
what's the worst of this vice? It is impossible to get away from the vendor so to
recover of it requires to fill our time with activities that need great mental
concentration and physical exhaustion to avoid thinking about our habit, we
should also avoid loneliness and would be ideal to confess what we do because
when secret stops, when staying in evidence, knowing that the eyes of others
point out to us helps to control cravings. Difficult act of contrition is the confession
of what has led us to feel low, dirty and filthy.
The greatest harm that sin can cause us is the guilt
we feel for when self-esteem goes down we allow others to humiliate us, we let
others snatch us what we deserve and what is rightfully ours and we stop to
striving to make our dreams come true because we stop believing that we deserve
to reach our dreams. Besides that who unleashes his instincts becomes basic,
animal, with what he renounces to his
position as God's child.
Being morally clean
raises self-esteem and turns life happier.
La Pureza Moral Me Enaltece
¿Me estabas
esperando hoy creyendo que seguiría inmersa en todo ese asunto de la
sexualidad? En realidad el sexo es un tema tan largo profundo e importante que
podría seguir por meses pero eso cambiaria la finalidad de este blog. Mi
verdadera intención cuando aclaro el
significado de esos puntos de la doctrina en los que fallamos por
desconocimiento o por una acepción errónea del mismo es que cuentes con las
herramientas necesarias para ser sabio en la toma de tus propias decisiones, no
inducirte yo en alguna dirección. Tal y como aclara el capítulo 4 del libro de
Proverbios quiero que te beneficies de tu propio conocimiento para que nadie te
pueda apartar de tus metas ni te apartes tu mismo yendo en pos de lo que no te
beneficia.
Tal vez pienses que
lo que realmente necesitas para alcanzar tus metas es creer en ti mismo y en
realidad eso precisas por eso hay un adagio que dice Quien Cree Que Esta Vencido Lo Está pero todos los
seres humanos pasamos por momentos oscuros en nuestras almas en los que nos
sentimos vencidos. El optimismo tiene subidas y bajadas y cuando se trata de
algo difícil de alcanzar el salón de los que creen en nosotros y nos apoyan
esta ya casi desierto para cuando la luz del éxito nos ilumina. En esos
momentos obscuros es común que ocupemos espacios de nuestro tiempo en
distraernos con aquello que sin percatarnos, tal vez, nos alejara de nuestro
propio sendero.
Este es el momento
en que me dices, estás loca. El sexo no es como las drogas y otros vicios y yo
te contesto si lo es. Todo aquello que convertimos en nuestro vicio es
pernicioso. Incluso si ese vicio es la lectura, quien abandona sus obligaciones
para distraerse en otros menesteres se aleja de su propio camino sin darse
cuenta de ello y una de las maneras en que el sexo es pernicioso es la
masturbación. Te voy a aclarar el porqué aunque dije que había dado por cerrado
el tema del sexo. En primer lugar aquel que acostumbra sus genitales a recibir
una estimulación más fuerte que el frotis normal del acto sexual no consigue
disfrutar de su vida en pareja sin recurrir a la masturbación porque necesita
caricias más fuertes de lo natural. Esto es lo que llamamos genitalización de
la vida sexual y es muy común en nuestros días porque las parejas intentan
mantener la frecuencia sexual a pesar del escaso tiempo disponible producto de
las actividades laborales de ambos. Lo que resulta de ello es que reduces el
tiempo del coito recurriendo a la masturbación de tu pareja y dado que la mujer
requiere de un tiempo más prolongado para alcanzar la satisfacción ella a
menudo termina insatisfecha y maltrecha producto de esas caricias fuertes.
En segundo lugar
cuando nos masturbamos en privado y en secreto nos sentimos culpables de lo que
hacemos y porque no decirlo moralmente sucios también. Esa culpa baja nuestra
propia autoestima a niveles sombríos en los que creemos que no merecemos nada
bueno y el fracaso se convierte en lo que realmente esperamos de nosotros
mismos pero también comenzamos a abandonar aquello que es nuestra obligación y
que es imperioso que hagamos para concedernos ratitos a solas en lugares
cerrados en los que podamos dar rienda suelta a nuestro vicio y aun cuando la
culpa pesa y perdemos el empleo o reprobamos el examen nos damos un poquito más
de lo que nos hizo fallar y, ¿sabes que es lo peor de este vicio? Que alejarse
del proveedor es imposible de manera que recuperarnos de él requiere que colmemos
nuestro tiempo de actividades que requieran gran concentración mental y agotamiento
físico para que no pensemos en el vicio, debemos además evitar la soledad y lo
ideal es confesar lo que hacemos porque cuando el secreto desaparece, cuando
quedamos en evidencia el saber que las miradas de otros apuntan hacia a nosotros nos
ayuda a controlar nuestras ansias. Difícil acto de contrición es la confesión de
aquello que nos ha llevado a sentirnos bajos, sucios, viles.
El mayor daño que
el pecado puede causarnos es la culpa que sentimos porque cuando la autoestima
baja permitimos que nos humillen, permitimos que nos arrebaten aquello que
merecemos y aquello que por derecho es nuestro y dejamos de esforzarnos por
convertir en realidad nuestros sueños porque dejamos de creer que merecemos
aquello con lo soñamos. Además el que da rienda suelta a sus instintos se
convierte en un ser básico, un animal, con lo cual renuncia a su posición como
hijo de Dios.
Ser moralmente
limpios eleva la autoestima y alegra la vida.
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