God
of the Mud
By Cirelda Gonzalez M
The master
has sat at the lathe pretending to create his best masterpiece. His foot on the
pedal, hands firmly on the most expensive material.
Fluffy turns
inside his hands, gives a few bumps and stabilized, thumbs to the center, opens
and goes up but is just a cone, the muse does not come, do not want to dance today
in his hands.
Has already
made several attempts, testing other mixtures’ textures and colors, but muse
has not been in any of them.
Angrily
throws mixture right against the floor, looks at it and yields –you are nothing!
You're not a goddess turning in my hands!
But there on
the floor, in a corner, a mound of mud yields -is me! Come touch me, touch me
for a minute Lord, do love me, touch me!
Taken in his
hands, he feels her, is there! The master sits back on the lathe, a mound of grosser
clay turns impure in his hands.
The muse
turns and rubs right into his hands like a mellow cat, he listens to her mauling:
-I like you! Lord, you are so strong! Touch me a bit more, never set me free!
I'm yours Lord, do not let me go!
Eyes closed
and his capable hands feeling life emerge from rouge mud.Unholy the
muse makes love to the master. The erotic subtle dance goes on for so long.
Entranced
let him lead, again and again asks him to keep touching for she wants to
bloom in his hands,Oh do, touch
me more! Subtle rises from the master's skilled hands.
There it is, finally bloomed! Is a man! Is a woman! arising to life!
The perfect
piece of the great maker, the great creator of worlds and life.
Happily
enjoys her, admired of how beautiful came out, he gives her a kiss. A mist of
his breath and she looks at him, approaches his hands like a mellow cat, kisses
him and runs toward meadow, to world.
The muse is
alive, she will fulfill earth, share God’s power to create life and vanity will
guide her steps but will also come a day when she’ll bend again on her knees,
Prostrated
on the lathe, will one day look pleadingly to the master:-purify me Lord, sieved
my soul, prove me that I want to be clay in your hands for eternity.
Model me that
I want to be what you want me to, measure me for I want to be like your height.
Lead me that I want to walk in your paths.
I'm clay in thy hands, do please save me Lord.
Dios del Barro
Se sentó el maestro a modelar al torno
pensando en crear su obra maestra. Su pie en el pedal y las manos firmes sobre
el más costoso de los materiales.
Suave y sedoso gira entre sus manos,
da unos cuantos tumbos y se estabiliza, pulgares al centro, abre y se levanta
pero es solo un cono, la musa no viene, no quiere danzar hoy entre sus manos.
Van varios intentos probando con
mezclas de otras texturas y otros colores, la musa no ha estado en ninguno de
ellos.
Loco de la ira arroja la mezcla, la
mira en el suelo, le grita -no sirves! no eres una diosa girando en mis manos!
Pero ahí en el suelo desde un rincón
un morro de barro le grita –soy yo! Ven, tócame a mí! ámame un minuto Señor,
tócame!
La toma en sus manos, la siente,
está allí! Se sienta el maestro de nuevo en el torno, un trozo del barro más
burdo e impuro gira entre sus manos.
La musa de vueltas, se frota en sus
manos cual gata melosa, la oye susurrar: -Me gustas!
Señor eres fuerte! Tócame otro poco, nunca me liberes! Soy tuya Señor,
no me dejes ir!
Los ojos cerrados y sus diestras
manos sintiendo surgir del fango la
vida. Impía la musa encanta al maestro. La erótica danza sutil continúa.
Extasiada deja que él la dirija, una
y otra vez le pide que siga, que la toque más. Sutil se levanta de entre las
manos del hábil maestro.
Ahí está, ya surge! Es hombre! es
mujer! ya surge la vida! La pieza perfecta del
gran alfarero, del gran hacedor
de mundos, de vida.
La mira feliz, la besa, -es muy bella! Un vaho de su aliento y ella
lo mira, se acerca a el cual gata melosa, lo besa y se arroja corriendo hacia
el prado,
La musa está viva, henchirá la
tierra, va a compartir el poder de Dios va a crear la vida y la vanidad regirá
sus pasos pero doblara también un día sus rodillas,
Postrada en el torno, volverá a
mirar un día suplicante al gran hacedor:
-púleme Señor, tamiza mi alma, pruébame que quiero ser barro en tus
manos por la eternidad.
Modélame tu que yo quiero ser lo que
tu decidas, mídeme que quiero ser de tu estatura. Guíame que quiero recorrer
tus sendas.
Soy barro en tus manos Señor,
cuídame.
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