When talking about valor, courage or audacity we often associate it with those
who transgress the norms of society. Those who dare to violate their own
personal safety and even the rights of others. This is not entirely wrong, one
needs to be courageous to walk around with head held on high being the black
sheep of the flock but this kind of bravery is easier to find in society that valor
required to keep oneself unspotted from the world’s evils in the midst of the life
we play live. Have you ever wondered how difficult it is for the girl who decided
to remain a virgin until marriage to socialize with her classmates or co-workers
amid the jeers of those who believe she is simplistic or idiot? Has it ever crossed
your mind how difficult it is to dare to be the best student in college and be dubbed
Nerd or jerk for those who have fun while he studies? No one calls brave this
kind of person, does what he is supposed to do; achieves high wages and public notoriety
that we all wish our kids reach. That is what is expected of him.
Every day we are bombarded by hundreds of opportunities to do what’s wrong and
the more precarious our economic situation and family or social relations greater
the temptation to become the brave one who disgraced our future. Daring to be the
coward who does not take the money available in the accounts of our boss when
we have no money to pay our debts and we know how to exploit the chance requires
that valor no one sees but still it's there watching for that person we admire
and respect, our own ego, can still see himself in our soul’s mirror feeling proud
of himself. Courage we are talking about is the fence between good and evil and
it has an identity. Its name is SELF-ESTEEM. Whenever we blame our son rather
than listen and help him make right choices we are pushing him into the abyss. Whenever
marginalize our classmates or co-workers we are snatching them that courage that
helps them stand in the intention to be brave to keep clean from all what they don’t
want to fall in. Who lives censured and abused dare to do wrong and eventually learns
to walk with head held on high being the black sheep.
I've said it many times; the best manual to educate ourselves or others in moral
values is a book of etiquette and social behavior. It’s wrong to go around pointing
the finger at others instead of seeing our own faults and correct them. It is completely
immoral to censor how others live their lives and I have you guys a bad new
about sin and that is that when we cause other’s tumble; when our attitude
becomes a stumbling block in the lives of others we are guilty of what they do product
of our attitude and will pay for it in more severity than they will. Of course there
are those who live censured and abused and manage to get ahead in life but it
takes them more time and greater effort than those who are treated with respect
and tolerance. Sometimes we forget our children are not our property, we forget
they are entitled to individuality and there are spaces of our house that
belong to them entirely. We break into their rooms demanding housekeeping and
who hasn’t sat to take a tiny glance at her daughter's diary? Kids feel violated
their privacy when we do and also hate to be compared with others. They have a broader
sense of individuality than adults and comparison is taken as an insult because
it is a way of calling them losers that they understand better than we do. When
it comes to giving everyone the respect they deserve as human beings they know
better than us when we cross the line and require us to withdraw immediately.
Treating our children with respect doesn’t mean they can violate family rules;
we also have rights they should respect. What it means is we must be longsuffering
in applying rules that violate their rights. Everyone in this world has stopped
at least for a moment in our lives to try to find a solution to the ills of society.
Well solution is neither in police corps nor in the severity of law but in how we
educate our children. Who lives valued and respected learns to treat others the
way he was treated at home. With world full of people who do this armies and police
corps are no longer needed.
Treating your child with respect is your best contribution to change this
world.
Osar Ser Parte Del Monton
Cuando hablamos de
valor, coraje u osadía a menudo lo asociamos con aquellos que transgreden las
normas de la sociedad. Esos que se atreven a violentar su propia seguridad
personal e incluso el derecho ajeno. Esto no es del todo errado, se requiere
valor para ir por ahí con la frente en alto siendo la oveja negra del rebaño
pero esta clase de valor es más fácil de encontrar en la sociedad que el valor
requerido para conservarse limpio de las manchas del mundo en medio de la vida
que nos toco vivir. ¿Te has preguntado alguna vez lo difícil que es para la
chica que decidió permanecer virgen hasta el matrimonio departir con sus
compañeras de clase o trabajo en medio de las burlas de las que la creen
simplona o idiota? ¿Ha cruzado tu mente lo difícil que es atreverse a ser el
mejor estudiante de la universidad y ser
apodado Nerd o imbécil por los que se divierten mientras el otro estudia? A
esta clase de persona nadie la llama valiente, hace lo que se espera que haga;
logra los altos salarios y la notoriedad pública que todos esperamos alcancen
nuestros hijos. Eso es lo que se espera de él.
Cada día somos
bombardeados por cientos de oportunidades de hacer lo indebido y entre más
precaria es nuestra situación económica, familiar o social mayor es la
tentación de convertirnos en el valiente que desgracio nuestro futuro. Atreverse
a ser el cobarde que no toma el dinero disponible en las cuentas del jefe
cuando no tenemos con qué pagar nuestras deudas y sabemos cómo hacer la trampa
requiere ese valor que nadie reconoce pero que está ahí velando porque ese ser
que admiramos y respetamos, nuestro yo interno, pueda seguir viéndose al espejo
del alma sintiendo orgullo de sí mismo. Ese valor del que hablamos es la frontera
que separa el bien del mal y tiene
nombre propio. Se llama AUTO-ESTIMA Toda vez que censuramos a nuestro hijo en
lugar de escucharlo y ayudarlo a tomar decisiones correctas lo estamos
empujando hacia el abismo. Cada vez que marginamos a nuestros compañeros de
clase o trabajo les estamos arrebatando el valor que los mantiene firmes en la
intención de ser valientes para conservarse limpios de todo aquello en lo que
no desean caer. Quien vive censurado y maltratado se atreve a obrar mal y con
el tiempo aprende a caminar con la frente en alto siendo la oveja negra.
Lo he dicho muchas
veces; el mejor manual para educarse a si mismo o a otros en valores morales es
un libro de etiqueta y comportamiento social. No está bien ir por ahí señalando
con el dedo a los demás en lugar de ver nuestras propias faltas y corregirlas.
Es completamente inmoral censurar la forma en que viven los demás y les tengo
una novedad sobre el pecado y es que cuando hacemos caer a otros; cuando
nuestra actitud se convierte en una piedra de tropiezo en la vida de otras
personas somos culpables de aquello que hacen producto de nuestra actitud y
pagaremos por ello en mayor gravedad que las personas a quienes hicimos caer.
Claro que hay quien vive censurado y maltratado y logra salir avante en la vida
pero le toma más tiempo y mucho más esfuerzo que a aquellos que son tratados
con respeto y tolerancia. A veces olvidamos que nuestros hijos no son una
propiedad nuestra, olvidamos que tienen derecho a la individualidad y que hay
espacios de nuestra casa que le pertenecen a ellos por entero. Irrumpimos en su
habitación exigiendo orden y limpieza y ¿quién no se ha sentado a echarle una
pequeña ojeada al diario de su hija? Los jóvenes se sienten violentados en su privacidad
cuando esto hacemos y también odian que se les compare con otras personas.
Ellos tienen un sentido de la individualidad mucho más amplio que el nuestro y
la comparación es tomada como una afrenta porque es una manera de llamarlos
perdedores que ellos entienden mejor que los adultos. Cuando de dar a cada cual
el respeto que como ser humano merece se trata ellos saben mejor que nosotros
cuando cruzamos la raya y nos exigen retirarnos inmediatamente.
Tratar a nuestros
hijos con respeto no implica que ellos puedan violentar las normas familiares
sino que seamos longánimes en la aplicación de las reglas que violentan el
derecho que ellos como seres individuales merecen. Todos en este mundo nos
hemos detenido aunque sea por un momento en nuestras vidas a intentar encontrar
la solución a los males de la sociedad. Amigos la solución no está en los
cuerpo policiales ni en la severidad de las leyes sino en la manera en que
educamos a nuestros hijos. Quien vive valorado y respetado aprende a tratar a
los demás de la manera en que el fue tratado en casa. Con un mundo pleno de
personas que esto hacen los grupos militares y policiales dejan de ser
necesarios.
Tratar a tu hijo
con respeto es tu mejor aporte para cambiar el mundo.