About Death And Heaven

We’ve talked before about death, dreaded and unavoidable act of life. We have said how much it hurts to lose those we love and how we mourn the misfortune of no longer being able to enjoy their company.

We have also said that it is nothing else than a change into a new state, the passing from this stage to the next and there is nothing to fear in it. So today we will talk about heaven.

How big do you think it is? Will it be like the universe or even more?

In the scriptures known by Western side of world speak of three heavens and a hell. Mormons make a difference between Satan’s hell and man’s hell as two different worlds and a heaven with three degrees of glory which equals three heavens and two hells. In the scriptures known by the East is established the existence of seven heavens and those who practice witchcraft talk of a separation into three degrees of power or glory.

We can simplify this idea welcoming us to the seven heavens of the East. Let me explain why. Satan separated his kingdom into three degrees of glory and so did God. If each grade is a heaven we are in the presence of six heavens that added to man’s hell would complete the seven heavens of the East.

Yes I know you're worried because I called heaven the kingdom of evil, but what is heaven? If you were evil would you consider heaven a place where everyone is good and the only black sheep is you and therefore you live in shame or rather a place where you are like everyone else and thus you are happy?

Heaven is not a place but a condition of the soul. Once we finished touring the cycle we are awarded to the kind of place or heaven we have become creditors to. Our actions will tell what kind of heaven we go to.

Among the heavens of God and Satan there is a world of shadows, without glory and without light. The outsiders’ kingdom, the outsides’ shadows. If we show it in a Cartesian graph where the kingdoms of God occupy the sector Y⁺ and the kingdoms of Satan sector Y^-, zero would be the abode of those who were not good enough to reach even the slightest degree of glory in any Y axis and goes from X⁺ to X­^-, that is the biggest heaven and the ones who dwell in it will never feel they are in their heaven.

Condemned to wander in shadows, alone they feel lost. There is the weeping and the gnashing of teeth. They want to find their relatives, would like to have company but they are alone, they cannot see anything, they just wander and weep. Remember the opportunities to be good they squandered. Remember all the bad they did. They want to fix it but cannot do it anymore.

There they can still be reached by Satan, can still be prey to temptation. In that world good and evil coexist. Just as evil can still reach them, the power of God can touch them too.

I already know what you're thinking, nothing unclean can dwell in the presence of God, but there the angels of heaven shed their own light and forage for those who have achieved full repentance. It is the abode of the tribe of Judah. This is where Judah meets the gathering that he was offered he and his progeny would do the day Israel, on his deathbed, blessed him. That is their power and their inheritance. That's where they use their birthright and as the eldest sons protect their kin. No one else holds that power. Only they can free themselves from their own glory while they search and retrieve it to transcend the ones found worthy to change state.

We all cross that place. That world is the same height as the earth on which we dwell and just as we were escorted through it on our way to this land are also escorted back. The angel who escorts us reads our deeds in our minds and determines where to take us to. He may transcend us right away or decide to leave us there to give us the chance to repent of our sins.

Do not miss I said, to give us the chance. As he crossed the hell in our search, others look there too. You may wonder what will they look for if there is no light, what will tell them we have reached repentance? They can feel what you feel. That is how they know you have repented and how big is your fault. When you complete the process you will hear the angel say right on your ear. Elijah. Is his invocation, he recovers his light and with you in his arms transcends to your new abode.

Of course that's not the idea, it’s best to leave this world clean and be transcend the day you die, but if you don’t the love of the ones you left in this world will guide to you the escorting angel. That’s why it is so important to love your kin. Love is reciprocal; it will return to you like a boomerang. It will be the light that illuminates you while the angel is searching for you in the shadows. That is the power of Elijah. Turns the hearts of the children to their parents and reunites them beyond this world.

If you think you need proves of this read the book of Job and ask yourself. If nothing unclean can enter heavens of God and nothing clean can enter the worlds of Satan, where were God and Satan the day they met and God asked: Satan, where do you come from? And he answered: I was foraging earth to tempt men 

Sobre La Muerte Y Otros Pesares

Ya hemos hablado antes de la muerte, temido e inevitable acto de la vida. Nos hemos dicho lo mucho que duele perder a los que amamos y cuanto podemos llorar la desdicha de ya no poder gozar su compañía.

También nos hemos contado que no es más que un nuevo cambio de estado, el pase de una etapa a la siguiente y que no hay nada que temer allí. Así que hoy vamos a hablar del cielo.

¿Qué tan grande crees tú qué es. Sera como el universo o aun mayor?

En las escrituras que conoce el mundo occidental se habla de un infierno y tres cielos. Los mormones establecen una diferencia entre el infierno de Satanás y el infierno del hombre como dos mundos distintos y un cielo con tres grados de gloria lo cual es igual a tres cielos y dos infiernos. En las escrituras que conoce el Oriente se establece la existencia de siete cielos y los que practican la brujería hablan de una separación en tres grados de poder o gloria.

Podemos simplificar esta idea acogiéndonos a los siete cielos del Oriente y te explicare porque. Satanás separo su reino en tres grados de gloria y Dios También. Si cada grado es un cielo estamos en presencia de seis cielos que sumados al infierno del hombre completarían los siete cielos del Oriente. 

Si ya sé que estas preocupado pues he llamado cielo al reino del mal, pero ¿Qué es el cielo; si tú fueras un ser malvado seria para ti el cielo un lugar donde todos son buenos y la oveja negra eres tú y por tanto vives avergonzado o más bien un lugar donde tú eres como todos los demás y por tanto eres feliz?

El cielo no es un lugar sino más bien una condición del alma. Una vez terminamos de recorrer el ciclo se nos adjudica a la clase de morada o cielo de la que nos hemos hecho acreedores. Nuestras acciones dirán a qué clase de cielo vamos.

Entre los cielos de Dios y los de Satanás existe un mundo de sombras, sin gloria y sin luz. El reino de los parias o tinieblas de afuera. Si lo colocamos en un plano cartesiano donde los reinos de Dios ocuparían el sector Y⁺ y los reinos de Satanás el sector Y^- el punto cero es la morada de los que no fueron tan buenos como para alcanzar ni el más mínimo grado de gloria en ninguno de los ejes  Y,  y va desde X⁺ hasta X­^-  es el más extenso cielo y nadie que more en el sentirá que ese es su cielo.

Condenados a vagar en las sombras, solitarios se encuentran perdidos. Allí es el llanto y el crujir de dientes. Quisieran encontrar a los suyos, quisieran tener compañía pero están solos; no pueden ver nada solo vagan y lloran. Recuerdan las oportunidades que tuvieron de hacer bien y las desaprovecharon. Recuerdan todo el mal que causaron. Quisieran poder repararlo pero ya no pueden.

Allí Satanás aun puede alcanzarlos, aun pueden ser presas de la tentación. Es el mundo donde bien y mal coexisten. Así como el mal aun puede alcanzarlos el poder de Dios aun puede tocarlos.

Si ya sé lo que estas pensando; nada impuro puede morar en presencia de Dios, pero allí los ángeles del cielo se despojan de su propia luz y vagan en busca los que han logrado el arrepentimiento pleno. Es la morada de la tribu de Judá. Es ahí donde se cumple el recogimiento que se le ofreció efectuaría con su progenie a Judá el día que Israel, en su lecho de muerte, lo bendijo. Ese es su poder y también su heredad. Ahí es donde ejerce el derecho de primogenitura y como hijo mayor protege a los suyos. Nadie más ostenta ese poder. Solo ellos pueden liberarse de su gloria mientras buscan y recuperarla para trascender al que han encontrado merecedor de cambiar de estado.

Por ahí pasamos todos. Ese mundo está a la misma altura que la tierra en que moramos y así como fuimos escoltados a través de él de camino a la tierra somos escoltados también de regreso. El ángel que nos escoltara lee nuestros hechos en nuestras mentes y determina a donde llevarnos. Puede ser que nos trascienda de una vez o que decida liberarnos allí para darnos tiempo de arrepentirnos de nuestros pecados.

Fíjate bien que he dicho, para darnos tiempo. Así como el cruzo el infierno en tu busca, otros buscan allí. Te preguntaras ¿Qué buscan si no hay luz, que les dirá que hemos completado el proceso? Ellos pueden sentir lo que sientes tu por eso saben de qué te arrepentiste y de que no y cuanta es tu culpa en verdad. Cuando logras completar el proceso oirás al ángel decir en tu oído. Elías. Es su invocación, el recupera su luz y asciende contigo en sus brazos hasta tu nueva morada.

Claro que esa no es la idea, lo ideal es que dejes este mundo limpio y seas trascendido ese mismo día, pero si no lo haces el amor de los que dejas aquí en este mundo guiara hacia ti al ángel que te escoltara. Por eso es importante amar a los tuyos. El amor es reciproco; volverá hacia ti como un bumerán. Sera la luz que te alumbre mientras el ángel te busca en las sombras. Ese es el poder del Elías. Vuelve el corazón de los hijos a los padres y los reúne allende este mundo.

Si crees que necesitas pruebas de lo que digo lee el libro de Job y pregúntate a ti mismo. Si nada impuro puede entrar en los cielos y nada puro puede entrar en los infiernos; en donde estaba Dios el día que encontró a Satanás y le pregunto ¿de dónde vienes? y él le contesto de rodear la tierra y tentar al hombre.