Fondos de Ensueño



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Friday, October 4, 2013

Pain Heals.


We all know very well what is suffering and when it comes to the lives of others also know how to mitigate it but when it comes to our own lives we seldom know what to do to calm our grief. Pain is seen from afar with a broader perspective that allows us to assess the facts and consequences which help solution become clear.
Whether that pain was caused by work or academic failure or due to the breakdown of a relationship, the loss of someone's friendship or death of a loved one pain should be lived to its fullest extent. Do not believe anyone who tells you not. Pain is part of the process of acceptance of loss and is indispensable to achieve healing of soul. After all tears clean our eyes and pain heal our souls and do also give us the opportunity to assess the loss and find a solution.
Do you remember the last time you suffered for something? What did you do throughout the suffering period? Anyone who is suffering accuses himself for what he did wrong; he wonders why didn’t do it this other way if it was more appropriate. While assessing his mistakes finds solutions; in each why didn’t I do this finds a now I would have that instead of what I have. By when duel ends he knows clearly what to do to overcome the loss and go on with life.
When it comes to the death of someone we love often face recrimination of those who think we should ignore the duel as the person already passed from this world and is now better than if were still alive but the pain for the loss of our loved ones doesn’t have to do with the condition of the soul of the dead one as those people think but with the natural process of acceptance. It's about the good times we will no longer share with that person and the good times we could share and left for later. It has to do with the recriminations we made and each I love you we silent.
Bible says we can feel sorrow for those we loved and mourn their departure. Mourn because we feel alone and helpless without their company. In the past was established a six-month period of mourning as part of the acceptance process and adaptation after the loss. Today we think this period may be shorter or slightly longer as long as we are clear that we cannot mourn forever. We are the ones who put an end to the situation. Only we know when to stop.
No matter how deep the pain is duels ends when we buried the memory in the depth of our souls and decide to go on with life. Since it is buried we can depose it as dead and every dead have a grave; a place to go to remember when desired. In the case of death that place physically exists and therefore we can put aside such great pain knowing we have a place to go to at certain times to say I have not forgotten.
Having a place to go to remember is so important that some therapists recommend to who has finished his relationship and is suffering for it to go to a graveyard, choose a tomb as place to rest for his partner and leave flowers. Left for dead the object of our grief duel ends and we move on with our lives. Most people, however, have the sobriety of bury the feeling within our own soul and remember the person as someone who does not arouse any feeling in us.
Best of grief is that along the time it lasts and by assessing the facts we find the solution to all our ills. After the grief comes a new course of action in our lives and we take it with the confidence of someone who has overcome the pain.
Pain heals, makes us feel alive.

 

Mitigar El Dolor
Todos sabemos bien lo que es el sufrimiento y cuando se trata de la vida de otros sabemos también como mitigarlo pero cuando se trata de nuestra propia vida raras veces sabemos qué hacer para calmar nuestro pesar. El dolor visto desde lejos se ve con una perspectiva más amplia que nos permite valorar los hechos y sus consecuencias lo cual hace que la solución resulte evidente.
Sea que ese dolor haya sido provocado por el fracaso laboral o académico o que se deba a la ruptura de una relación de pareja, la perdida de la amistad de alguien o la muerte de un ser querido el dolor debe ser vivido en toda su extensión. No creas en nadie que te diga que no. El dolor es parte del proceso de aceptación de la perdida y es indispensable para alcanzar la curación del alma. Después de todo las lagrimas si limpian los ojos y el pesar si sana el alma además de que nos concede la oportunidad de evaluar la perdida y buscar la solución.
¿Recuerdas la última vez que sufriste por algo, que hiciste a lo largo del periodo de sufrimiento? Todo el que está sufriendo se recrimina a si mismo aquello que hizo mal, se pregunta por qué no lo hizo de esta otra manera si era lo más apropiado. Mientras mira los errores cometidos va hallando las soluciones, en cada porque no hice esto encuentra un ahora tendría esto otro en lugar de lo que tengo y para cuando acaba el duelo sabe bien qué hacer para salir adelante.
Cuando se trata de la muerte de alguien que amamos enfrentamos a menudo la recriminación de quienes piensan que debemos obviar el duelo puesto que la persona ya paso de este mundo y ahora está mejor que si siguiera con vida, pero el pesar por la pérdida de nuestros seres queridos no tiene que ver con la condición del alma del que murió como esas personas piensan sino con el proceso natural de aceptación. Tiene que ver con los buenos momentos que ya no podremos compartir y con todos los que pudimos compartir y dejamos para después. Tiene que ver con las recriminaciones que hicimos y todos los te amo que callamos.
La biblia dice que si podemos sentir pesar por los que amamos y llorar su partida. Llorar porque nos sentimos solos y desamparados sin su compañía. Antiguamente se establecía un periodo de seis meses de duelo como parte del proceso de aceptación y adaptación después de la perdida. Hoy pensamos que ese periodo puede ser más breve o ligeramente más largo en tanto tengamos claro que no podemos llorar para siempre. Somos nosotros mismos los que ponemos un alto a la situación. Solo nosotros sabemos cuándo detenernos.
Independientemente de que tan profundo sea el dolor el duelo termina en el momento en que sepultamos en el fondo de nuestra alma el recuerdo y decidimos seguir adelante. Dado que está sepultado podemos darlo por muerto y todo muerto tiene una tumba. Un lugar a donde ir a recordarlo siempre que esto deseemos. En el caso de la muerte este lugar existe físicamente y por ello podemos poner a un lado ese pesar tan grande sabiendo que tendremos a donde ir en ciertas fechas a decir aun no te olvido.
Tener un lugar a donde ir a recordar es tan importante que algunos terapeutas recomiendan a quien ha terminado su relación de pareja y está sufriendo por ello ir al cementerio, elegir una tumba como lugar en el que descansa su pareja y dejarle flores. Dado por muerto el objeto de nuestro dolor el duelo termina y seguimos adelante con nuestra vida. La mayoría de las personas, sin embargo, tenemos la sobriedad de sepultar el sentimiento dentro de nuestra propia alma y recordar la persona como alguien que no despierta en nosotros sensación alguna.
Lo mejor del duelo es que a lo largo de ese tiempo y mediante la evaluación de los hechos encontramos la solución a todos nuestros males. Tras el dolor surge un nuevo curso a seguir en nuestras vidas y lo recorremos con la seguridad de quien ha superado la prueba.
El dolor cura, nos hace sentirnos vivos.

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