We all know very well what is suffering and when it
comes to the lives of others also know how to mitigate it but when it comes to
our own lives we seldom know what to do to calm our grief. Pain is seen from
afar with a broader perspective that allows us to assess the facts and
consequences which help solution become clear.
Whether that pain was caused by work or academic
failure or due to the breakdown of a relationship, the loss of someone's
friendship or death of a loved one pain should be lived to its fullest extent.
Do not believe anyone who tells you not. Pain is part of the process of
acceptance of loss and is indispensable to achieve healing of soul. After all
tears clean our eyes and pain heal our souls and do also give us the
opportunity to assess the loss and find a solution.
Do you remember the last time you suffered for
something? What did you do throughout the suffering period? Anyone who is
suffering accuses himself for what he did wrong; he wonders why didn’t do it
this other way if it was more appropriate. While assessing his mistakes finds
solutions; in each why didn’t I do this finds a now I would have that instead
of what I have. By when duel ends he knows clearly what to do to overcome the
loss and go on with life.
When it comes to the death of someone we love often
face recrimination of those who think we should ignore the duel as the person already
passed from this world and is now better than if were still alive but the pain
for the loss of our loved ones doesn’t have to do with the condition of the
soul of the dead one as those people think but with the natural process of
acceptance. It's about the good times we will no longer share with that person
and the good times we could share and left for later. It has to do with the
recriminations we made and each I love you we silent.
Bible says we can feel sorrow for those we loved and
mourn their departure. Mourn because we feel alone and helpless without their
company. In the past was established a six-month period of mourning as part of
the acceptance process and adaptation after the loss. Today we think this
period may be shorter or slightly longer as long as we are clear that we cannot
mourn forever. We are the ones who put an end to the situation. Only we know
when to stop.
No matter how deep the pain is duels ends when we
buried the memory in the depth of our souls and decide to go on with life.
Since it is buried we can depose it as dead and every dead have a grave; a
place to go to remember when desired. In the case of death that place
physically exists and therefore we can put aside such great pain knowing we
have a place to go to at certain times to say I have not forgotten.
Having a place to go to remember is so important that
some therapists recommend to who has finished his relationship and is suffering
for it to go to a graveyard, choose a tomb as place to rest for his partner and
leave flowers. Left for dead the object of our grief duel ends and we move on
with our lives. Most people, however, have the sobriety of bury the feeling within
our own soul and remember the person as someone who does not arouse any feeling
in us.
Best of grief is that along the time it lasts and by
assessing the facts we find the solution to all our ills. After the grief comes
a new course of action in our lives and we take it with the confidence of
someone who has overcome the pain.
Pain heals, makes us feel alive.
Mitigar
El Dolor
Todos sabemos bien lo que
es el sufrimiento y cuando se trata de la vida de otros sabemos también como
mitigarlo pero cuando se trata de nuestra propia vida raras veces sabemos qué
hacer para calmar nuestro pesar. El dolor visto desde lejos se ve con una perspectiva
más amplia que nos permite valorar los hechos y sus consecuencias lo cual hace
que la solución resulte evidente.
Sea que ese dolor haya
sido provocado por el fracaso laboral o académico o que se deba a la ruptura de
una relación de pareja, la perdida de la amistad de alguien o la muerte de un
ser querido el dolor debe ser vivido en toda su extensión. No creas en nadie
que te diga que no. El dolor es parte del proceso de aceptación de la perdida y
es indispensable para alcanzar la curación del alma. Después de todo las
lagrimas si limpian los ojos y el pesar si sana el alma además de que nos
concede la oportunidad de evaluar la perdida y buscar la solución.
¿Recuerdas la última vez
que sufriste por algo, que hiciste a lo largo del periodo de sufrimiento? Todo
el que está sufriendo se recrimina a si mismo aquello que hizo mal, se pregunta
por qué no lo hizo de esta otra manera si era lo más apropiado. Mientras mira
los errores cometidos va hallando las soluciones, en cada porque no hice esto
encuentra un ahora tendría esto otro en lugar de lo que tengo y para cuando
acaba el duelo sabe bien qué hacer para salir adelante.
Cuando se trata de la
muerte de alguien que amamos enfrentamos a menudo la recriminación de quienes
piensan que debemos obviar el duelo puesto que la persona ya paso de este mundo
y ahora está mejor que si siguiera con vida, pero el pesar por la pérdida de
nuestros seres queridos no tiene que ver con la condición del alma del que
murió como esas personas piensan sino con el proceso natural de aceptación.
Tiene que ver con los buenos momentos que ya no podremos compartir y con todos
los que pudimos compartir y dejamos para después. Tiene que ver con las
recriminaciones que hicimos y todos los te amo que callamos.
La biblia dice que si podemos
sentir pesar por los que amamos y llorar su partida. Llorar porque nos sentimos
solos y desamparados sin su compañía. Antiguamente se establecía un periodo de
seis meses de duelo como parte del proceso de aceptación y adaptación después
de la perdida. Hoy pensamos que ese periodo puede ser más breve o ligeramente
más largo en tanto tengamos claro que no podemos llorar para siempre. Somos
nosotros mismos los que ponemos un alto a la situación. Solo nosotros sabemos
cuándo detenernos.
Independientemente de que
tan profundo sea el dolor el duelo termina en el momento en que sepultamos en
el fondo de nuestra alma el recuerdo y decidimos seguir adelante. Dado que está
sepultado podemos darlo por muerto y todo muerto tiene una tumba. Un lugar a
donde ir a recordarlo siempre que esto deseemos. En el caso de la muerte este
lugar existe físicamente y por ello podemos poner a un lado ese pesar tan
grande sabiendo que tendremos a donde ir en ciertas fechas a decir aun no te
olvido.
Tener un lugar a donde ir
a recordar es tan importante que algunos terapeutas recomiendan a quien ha
terminado su relación de pareja y está sufriendo por ello ir al cementerio,
elegir una tumba como lugar en el que descansa su pareja y dejarle flores. Dado
por muerto el objeto de nuestro dolor el duelo termina y seguimos adelante con
nuestra vida. La mayoría de las personas, sin embargo, tenemos la sobriedad de
sepultar el sentimiento dentro de nuestra propia alma y recordar la persona
como alguien que no despierta en nosotros sensación alguna.
Lo mejor del duelo es que
a lo largo de ese tiempo y mediante la evaluación de los hechos encontramos la
solución a todos nuestros males. Tras el dolor surge un nuevo curso a seguir en
nuestras vidas y lo recorremos con la seguridad de quien ha superado la prueba.
El dolor cura, nos hace
sentirnos vivos.
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