Have any of you ever lived in terror? Sometimes
children and not so young too product of the teachings they have received live
in fear. Some mistakenly believe they can manage to solve their problem without
the intervention of their family; some miracle will occur to bring them peace back
and, others because they have been silenced by threats and deception become
their worst enemy. That’s the main reason why I like so much Gandhi's phrase
that says most evil of evil men is silence of good people
Best tool of the evil one is fear of their victims. Who
gets scared loses control of his emotions, body and life. Fear generates an
overdose of adrenaline that even though it is not noticeable to human nose
indicates that is easy prey and excites base instincts of her attacker. His
body trembles, his bowels are released uncontrollably producing urination and
defecation. His capacity for action and reaction slows down and his
decision-making is impoverished. Who is in fear literally does not know how to
solve his problem. Think silence will reduce his suffering when in fact that
would be the end of his woes.
Who attacks the defenseless generally, retracts when
people that can protect their victims find out what he's been doing. When we tell
our problems liberate stress, allowing us to regain control of our body and
lost abilities. Once we do fear disappears and confidence achieved by our
action helps us to find the solution.
Sometimes as parents we incentivize our children’s silence
when punish them for corporal alerts common in child being bullied. Sanction
because he has urinated in bed and the kid thinks that maybe he is doing
something wrong, probably deserves the punishment he is receiving; not from his
parents but from who hides to harm. Other times we see the guy who suffered
sexual harassment and perhaps raping in childhood is having homosexual
tendencies and humiliate and segregate instead of investigating how did he got to
this and provide him with psychiatric
counseling. It is nearly impossible for one who faces a trauma to link the damage
caused by his enemy years ago with what is suffering today. Our mind disguises
and hides events like this by covering them sometimes with forgot and others with
fantasies. Mortals like to remember their past from the footlights of a golden
dream where evil and wrong do not fit. This brutal game of our minds sometimes
prolongs our suffering for the rest of our lives.
Only weapon we have as parents to control and resolve
situations like this is to create a climate of trust between us and our
children. No knowledge or power at our disposal will help our children if they do
not trust us to tell their problems. Child who is constantly criticized learns to feel mediocre; abused child
learns to fear. Conversely respected child learns to trust his kin. Protected child knows that world is subject under his feet. No need to load it
as a piggyback atlas to be part of it.
Not to get shocked is the key; if we are surprised
with everything our children say they start to believe we grew up with
Dinosaurs and are not able to interact with their world
El Que Se Asusta
Pierde
¿Ha vivido alguno
de Uds. en el terror alguna vez? En ocasiones los niños y a veces los no tan
niños viven en el miedo producto de las enseñanzas que han recibido. Unos
porque erróneamente creen que lograran resolver su problema sin intervención de
sus mayores; algún milagro ocurrirá que les devuelva la paz y otros porque han
sido silenciados mediante amenazas y engaños se convierten en su peor enemigo.
Por eso me gusta tanto la frase de Gandhi que dice que lo más malo de la gente mala es
el silencio de la gente buena
La mejor arma del
malo es el temor de sus víctimas. El que se asusta pierde el control de sus
emociones, de su cuerpo y de su vida. El miedo genera una sobredosis de
adrenalina que aun cuando no es perceptible al olfato humano indica que es
presa fácil y excita los bajos instintos de su agresor. Su cuerpo tiembla, sus esfínteres
se liberan produciendo de manera incontrolable la micción y defecación. Su capacidad
de acción y reacción se hace lenta y su capacidad de decisión se empobrece. El
que tiene miedo literalmente no sabe cómo resolver su problema. Piensa que el
silencio reducirá un poco su sufrimiento cuando en realidad ese sería el fin de
sus males.
El que agrede a los
indefensos generalmente, se repliega cuando quienes pueden proteger a sus víctimas
se enteran de lo que ha estado haciendo. Cuando contamos lo que nos pasa
liberamos el estrés, lo cual nos permite recuperar el control de nuestro cuerpo
y las capacidades perdidas. Una vez que lo contamos el temor desaparece y el
clima de confianza alcanzado por nuestra acción nos ayuda a encontrar la solución.
A veces los padres
del niño agredido incentivamos el silencio de nuestros hijos cuando castigamos
las alertas corporales del niño que está siendo acosado. Lo sancionamos porque
se ha orinado en la cama y el niño cree que tal vez está haciendo algo malo,
probablemente el merezca el castigo que está recibiendo; no de sus padres sino
de quien se esconde para causarle daño. Otras veces vemos que el chico que padeció
acoso sexual y tal vez violación en la infancia está teniendo tendencias
homosexuales y lo humillamos y segregamos en lugar de indagar como llego a esto
y proveerle asesoría psiquiátrica. Es casi imposible para quien enfrenta un
trauma enlazar el daño infligido por su enemigo años atrás con lo que está
padeciendo hoy. Nuestra mente disfraza y esconde hechos como este cubriéndolos unas
veces de olvido y otras de fantasías. A los mortales nos gusta recordar el
pasado desde las candilejas de un sueño dorado donde lo malo y lo erróneo no
caben. Este juego brutal de nuestras mentes alarga nuestro padecimiento en
ocasiones por el resto de nuestras vidas.
La única arma que
como padres tenemos para controlar y resolver situaciones como esta es generar
un clima de confianza entre nosotros y nuestros hijos. Ningún conocimiento o poder
a nuestro alcance servirá de algo si nuestros hijos no nos tienen la confianza
necesaria para contarnos sus problemas. Un
niño criticado aprende a sentirse inferior, un niño maltratado aprende a sentir
miedo. Por el contrario un niño respetado aprende a confiar en los suyos. Un
niño protegido sabe que el mundo está sujeto debajo de sus pies. No necesita
como atlas cargarlo a cuestas para ser parte de él.
No escandalizarse
es la clave; si nos sorprendemos con cada cosa que nuestros hijos cuentan ellos
comenzaran a creer que crecimos entre dinosaurios y no estamos en capacidad de
interactuar con el mundo de ellos.
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