I went into my garden to irrigate
plants like every morning. Yellow grass, completely dried because of the relentless
drought, made a perfect contrast with the green of the plants whose leaves intensively
bath every morning to enable them to fruition despite the hotness. Suddenly I
saw him emerge from a hole in one of the chunks with which demarcated chili plants
recently planted. Ugly as Goblin, muscled like a great gladiator; placed his
hands on the edge and hollow out the wet to the dry, to light.
Look at me like meeting an old
friend, with the same shameless confidence he rolled under the door one morning
and stayed forever frolicking among my pots and cleaning the yard of flies and
bugs. I remembered the times I saw him before dawn groping the walls with his
hands in the darkness as though he could jump the high wall, seemed to have
forgotten where the door he sneaked into my yard is.
Lazily approached to the
puddle I had just left under a plum, took his time in grooming like a swimmer
in the pool with his public expecting him to jump. Just two strides and disappeared
in the yellow grass that perfectly matched with its rough skin. When turning to
look at him was already gone, it departed, maybe forever, maybe only until the
next water jet tempt him.
Many people have come and gone
in my life over the years, some still remain in my thoughts, and others had been
forgotten. Some soured my life with their departure while missing others gave
me peace. But, mournfully, there were those who as the toad that cures my yard
of flies and bugs did so much and yet did not notice their existence until departed.
That’s what we humans are, only tiny grains in the sands of time. Even the most
famous ones will be forgotten as soon as another takes his place in our minds.
Some of us dare to leave the hole. Jump out of the habitat to light and reached
fame or simply crashed, others spend our lives concerned about the welfare of
our kin, improving their lives and agonize a day without having transit our own
path and as soon as buried and pain dissipates are forgotten.
We do so much and yet we are
forgotten. This crossed my mind when died an old friend. Craftsman, birth
Diabetic spent a lifetime working to support his family. Wanting to comfort
his relatives I wrote a note in which I said "...remember he lived a plethoric
life..." and then change that word for “complete” since he did not enjoyed
his life but lived it all. Never could sail the vast sea, will it be outer
space as the ocean, and if it is, will be allowed to sail it?
Friends life is today, there
are no carousels nor roller coasters beyond this world. Happiness offered to us
for later is not the kind of happiness we can enjoy here and that happiness
will perhaps be tarnished by the nostalgia of things not enjoyed in the company
of those we love. Without neglecting your responsibilities LIVE, LIFE IS TODAY!
El Sapo
Salí
al jardín a regar las plantas como cada mañana. La hierba amarilla seca por
completo debido a la ardua sequia hacia un perfecto contraste con las verdes
plantas cuyas hojas lavo cada mañana con un intenso riego que les permita
fructificar a pesar del verano. De pronto lo vi emerger de un orificio en uno
de los bloques con los que demarque las plantas de ají que recientemente
sembré. Feo como duende, musculoso cual
gran gladiador; poso sus manos en el borde y salió del húmedo hueco a la
aridez, a la luz.
Me miro como quien
se encuentra con un viejo amigo, con la misma desvergonzada confianza con que
entro en mi jardín una madrugada por debajo de la puerta y se quedo para
siempre retozando entre mis macetas y limpiando el patio de moscas y bichos.
Recordé las veces que lo vi en la oscuridad de la madrugada tantear las paredes
con sus manos como si pensara que lograría saltar el altísimo muro, parecía
haber olvidado en donde queda la puerta por la que se coló en mi patio.
Perezoso se acerco
al charco de agua que acababa de dejar debajo de un ciruelo, Tomo su tiempo en
acicalarse cual nadador en la alberca con el publico esperando verlo saltar.
Luego dio un par de zancadas y se perdió en el amarillento pasto que hacia
perfecto juego con su rugosa piel. Cuando voltee a mirarlo ya no estaba, había partido
tal vez para siempre, Tal vez solo hasta que el siguiente chorro de agua lo
tente.
Muchas personas han
entrado y salido de mi vida a través de los años, algunas siguen presentes en
mis pensamientos, a otras las he olvidado por completo. Algunos agriaron mi
vida con su partida en tanto que la desaparición de otros me produjo sosiego.
Mas lastimeramente hubo quienes como el sapo que cura de bichos mi patio
hicieron tanto y sin embargo no note su existencia hasta que partieron. Así
somos los seres humanos, como minúsculos granos en las arenas del tiempo. Hasta
el más famoso e importante será olvidado tan pronto como otro ocupe su lugar en
nuestras mentes. Algunos de nosotros nos atrevemos a salir del agujero.
Saltamos del hábitat a la luz y
alcanzamos la fama o simplemente nos estrellamos, otros pasamos la vida
preocupados por el bienestar de nuestros allegados, mejorando la vida de ellos
y agonizamos un día sin haber dado nuestro propio salto y tan pronto somos
sepultados y el dolor de la partida se disipa somos olvidados.
Hacemos tanto y sin
embargo somos olvidados. Esto paso por mi mente al perecer un viejo conocido.
Artesano, Diabético de nacimiento pasó toda la vida trabajando para sostener su
familia. Al querer consolar a sus deudos escribí una esquela en la que dije “...recuerda que vivió una vida plena...” y luego cambie la palabra plena por completa
puesto que no disfruto su vida pero la vivió toda. Jamás pudo surcar el vasto
mar ¿será el espacio sideral como el océano, y si lo es, se le permitirá
súrcalo?
Amigos la vida es
hoy no hay carruseles ni montañas rusas allende este mundo. La felicidad que se
nos ha ofrecido para luego tal vez se vea empañada por la nostalgia de lo que
no disfrutamos en compañía de los que amamos. Sin desatender las obligaciones
que te corresponden ¡VIVE, LA VIDA ES HOY!
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