Have you ever wondered if doing right is enough to be
counted in the Lord's flock?
No one has larger sense of private property than toddlers.
What is theirs is only theirs and what’s yours becomes theirs too as soon as
they decide they like it. Will even steal and hide it if you don’t grant it. Of
course not all children are like this; some happily share everything they have
but the mother of this type of child has to force the boy to share with other
children when sees him act selfishly and once he does we see that the other guy
almost have to rip the toy out of his hands because the boy do not really want
to share. Obeys but in his heart don’t want to. Many adults are just so, do
what’s right because we are cleared that we should and want to obey rules but
our heart often conflicts with our reason.
This kind of conflict occurs in situations like the
foreplay typical of courtship. We did not get to sex because it is improper but
in our minds we went beyond. It also happens when exercising charity; give because
we are expected to but sometimes the other person almost has to tear from our
hands what we have offered because we hold tide trying to keep it. Imagine for
example a girl about to deliver her favorite dress that no longer fix but holds
it tide and almost screams I can get slender, can wear it again!
If you think I'm going to talk about charity you're
wrong, what I really want to talk about is the bond that should exist between
our actions and our feelings. Our actions are useless when they don’t come from
our hearts. He who does right without wanting to is counted between the
hypocrites regardless of how long it took him to do right. I don’t mean it's
best to do wrong but that we must make sure that our souls feel good with what
we do.
Sometimes we think if we do wrong will have the
opportunity to argue with God, will explain on the judgment day why did we do
the things we did and God will understand. Some even think we can trick blaming
others for our actions but final judgment is unlike the assembly which we are
told will be; in fact no scripture says that judgment resembles those we do on
earth. That assembly mentioned in scriptures will count with the assistance of only
those who have earn dignity before God: prophets, apostles,… He will meet with
them to assess the course of the life of man on earth not to judge this one or
that other. By the way; have you noticed that is called final judgment? This
means there has been at least one previous trial. Do you know how it works; do
you really think God has the time to sit to judge all men one by one? It would
take the whole eternity!
We've all heard of angels who guard and angels who
transcend. In the book of Genesis when Israel blesses his children Judah is
given the birthright and with it the responsibility to guard and transcend man
when passing from this world; is the gathering of Israel. To know where to take
you to the angel must first judge you. Reaches our deathbed in our agony and
read in our minds each and every one of our events. Even those we have
forgotten are etched in our minds; our memory is the book of life. He can evoke
what we felt in everything we did and, because he can feel our feelings knows
our gilts, our regrets, our joys, how much have we suffered and decides based
on that the place we deserve to dwell in until resurrection. There is no unfair
or complacent angel. Take us to where we can hold with our own light. He cannot
take us beyond that because the weight of our faults would throw us away from
God's presence. Remember that no unclean thing can dwell in His presence
because he is unable to resist the force of the glory of God and is repelled
away from Him.
As for final judgment, Bible says "And every man
will live 100 years and be transferred" which implies that final judgment is similar to the first so to pass
from this world in the best spiritual condition must ballasting our souls of
negative feelings such as selfishness and enjoy all the good we do, act with
joy in our hearts so do not forget to ensure that your soul overflows of
goodwill.
Argumentaras Con Dios?
¿Te
has preguntado alguna vez si obrar bien es suficiente para ser contado en la
grey del Señor?
Nadie tiene mayor
sentido de la propiedad privada que los niños pequeños. Lo de ellos les
pertenece por entero y todo aquello tuyo que le gusta se convierte en suyo
también. Si no se lo das lo toma sin permiso y lo esconde porque es suyo. Claro
que no todos los niños son así; algunos comparten alegremente todo lo que
tienen pero, a este tipo de niño la madre tiene que exigirle que comparta con
otros niños cuando lo ve actuar egoístamente y cuando eso hace vemos que el
otro chico casi tiene que arrancarle el juguete de las manos porque el
realmente no desea compartir. Solo obedece pero en su corazón no quiere. Así
somos muchos adultos también, hacemos lo que es correcto porque tenemos claro
que debemos hacerlo y deseamos obedecer las normas pero nuestro corazón a
menudo entra en conflicto con nuestra razón.
Un momento típico
de nuestras vidas en las que se presenta el conflicto es el escarceo propio del
noviazgo. No llegamos al acto sexual porque es indebido pero en nuestra mente
vamos mas allá de el. Ocurre también con el ejercicio de la caridad; damos
porque se espera que lo hagamos pero a veces la otra persona casi tiene que
arrancarnos de las manos lo que le hemos ofrecido porque lo sujetamos con
fuerza queriendo conservarlo. Imagina por ejemplo una chica a punto de entregar
su vestido favorito porque ya no le sirve pero lo sujeta con fuerza y casi
grita puedo sacarle un poquito en las costuras,
puedo ponérmelo un poquito más.
Si crees que voy a
hablar de caridad estas equivocado, de lo que realmente quiero hablar es de la
concordancia que debe haber entre nuestros actos y nuestros sentimientos. De
nada sirven nuestros actos cuando aquello que hacemos no nace de nuestro
corazón. El que obra bien sin desear hacerlo en contado entre hipócritas y poco
vale cuanto tiempo haya invertido en hacer lo justo. No quiero decir con esto
que es mejor obrar mal sino que debemos cuidar que nuestra alma desee siempre
lo bueno.
A veces pensamos
que si hacemos lo indebido tendremos la oportunidad de argumentar con Dios,
vamos a explicarle el día del juicio la razón de nuestros hechos y el
entenderá. Algunos pensamos incluso que podremos engañarlo inculpando a otros
de nuestras acciones pero el juicio final no se parece a la asamblea que se nos
ha dicho que será, de hecho no existe ninguna escritura en la que se diga que
ese juicio se parece a los que realizamos en la tierra. La asamblea en la que
se sentara el Señor solo contara con la asistencia de los justos: profetas,
apóstoles y personajes de gran dignidad ante el Señor. Se reunirá con ellos
para evaluar el curso de la vida del hombre en la tierra no para juzgar a unos
y otros. Por cierto; ¿has notado que se le llama juicio final? Esto significa
que ha habido por lo mínimo un juicio anterior. ¿Sabes como ocurre, realmente
crees que Dios tenga tiempo para sentarse a juzgar a todos los hombres uno por
uno? ¡Le tomaría toda la eternidad!
Todos hemos oído
hablar de ángeles que custodian y ángeles que trasladan. En el libro de Génesis
cuando los hijos de Israel son bendecidos a Judá se le otorga el derecho de primogenitura y con él
la responsabilidad de custodiar y trasladar al hombre cuando pasa de este
mundo; es decir el recogimiento de Israel. Para que el ángel sepa a donde
llevarnos el debe primero juzgarnos. Llega a nuestro lecho de muerte en nuestra
agonía y lee en nuestras mentes todos y cada uno de nuestros hechos. Incluso
esos que hemos olvidado están grabados en nuestras mentes, nuestra memoria es
el libro de la vida. El puede evocar lo que sentimos en cada cosa que hicimos,
dado que puede sentir nuestros sentimientos sabe bien de que somos culpables,
que lamentamos, que disfrutamos que tan grande fueron nuestras penas y decide
en base a eso la morada que nos asignara hasta nuestra resurrección. No hay
ángeles injustos y tampoco complacientes. Nos llevara hasta donde nuestra
propia luz nos sostenga. Mas allá no puede llevarnos porque el peso de nuestras
faltas nos arrojaría lejos de la presencia de Dios. Recuerda que nada impuro
puede morar en su presencia porque no está en capacidad de resistir la fuerza
de la gloria de Dios y es repelido lejos de El.
En cuanto al juicio
final, dice la biblia “Y todo hombre vivirá
100 años y será trasladado” lo cual implica que el juicio final es similar
al primero así que para pasar de estado en la mejor condición espiritual
debemos deslastrar nuestra alma de sentimientos negativos como el egoísmo y
disfrutar de todo lo bueno que hacemos, obrar con alegría en el corazón así que
no olvides velar porque tu alma rebose de buena voluntad.
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