Maktub! The Holy Week

Although the Holy Week celebrated along Easter is a Catholic holiday almost all Christians of world remember these days the crucifixion of Lord. Atonement of Christ is itself a sublime act that becomes more significant when we place details of what happened in their true context. I don’t want to devalue the sacrifice made by Jesus Christ, not even a bit but sometimes when we talk about it magnify facts in such way that change the meaning of some parts of the prophecy of crucifixion.

Today when sentenced to death a man is not common and it would be necessary to commit a very serious crime to get such punishment it seems outrageous that a man was sentenced to death without having committed a crime, in a time when a needy would get a hand cut for stealing a loaf of bread. Our Lord lived in a time when barbarism prevailed in this world and justice’s punishments were brutal. It was common in those days that a nation conquered another nation and the vanquished king was taken captive to be ridiculed by his captors and sentenced to death to ensure that he would not rouse his people to regain his kingdom so; when the Lord was stripped of his robe and placed a crown of thorns and his garments were bet among the Roman soldiers He was receiving the treatment given to a defeated king. Rome, the captor of the Jewish nation recognized Him, that way, as the king of Israel. Recognition never received from his own people who had lived in captivity for such long time that had forgotten they once had a king and Jesus had the right to claim the throne of Israel as his heritage.

When the Roman soldier served Him the sour water as the prophecy says. That was legitimately an act of compassion for the Lord who was thirsty. Act of compassion He did not received from His own people. Roman troops dominated the known world; they were not an army of weaklings and wimps infected with parasites but a healthy and strong body of legionaries. How did they manage this in a world that had no means of water purification and food preservation? Water bag Roman soldiers carried did not contain water but un-aged wine that product of heat and bad storage always turned soured. He supplied the Lord what he was used to drink to stay healthy and hydrated. It was an act of compassion not cruelty. His compassion shows that Gentile people would be easier to convert than Jewish people.

Scripture says that He would be lacerated without breaking a single one of his bones. The great brutality of the crucifixion is that the person was crucified alive and made wounds ​​in the flesh to attract crows which would ate the man being still alive to make him die in the midst of great agony. Sometimes a man remained on the cross for weeks before dying. Making deep wounds to cause bleeding hurried the time of his death and reduced agony. Some ancient texts say that this was done at the request of a friend who loved him dearly and didn’t want to see him suffer. Probably the same friend who begged be allowed to bury Him in the tomb of his own family as the crucified were thrown into the hillside of Golgotha ​​in a mass grave called the lake of sulfur or Seol because of the stench, to let raptors and beasts of prey do the rest of the macabre work (bodies were sprayed with lime sulfur to mitigate somewhat the presence of flies). No crucified was buried, they didn’t had such right.

Number three is a cabalistic number which is also used in Christianity as triple repetition symbolizes the Holy Trinity (Father, Son and Holy Spirit) or Triad of Power (Father, Son and destroyer). We see this number appear several times from capture to the crucifixion. Peter denies knowing Him three times; three areas of His body are nailed to the cross.  Linked by imaginary lines these areas form the triangle that symbolizes God communicating with His people, the same triangle that symbolizes the Holy Trinity. Somehow that number three says again and again that God’s power is present in the act.

That It was written. Maktub.

Seen this way blame turns back from gentile to His kin. There was no other that His own people trying to make Him suffer. They were not expecting to find a man to save their souls. What they wanted was a warrior, a new David to beat Rome and that was just what God needed to have Christos fulfill His plan. Wasn’t He scared to die? He was so much scared He didn’t sleep a minute in the garden. There’s a deep broking of His soul when praying. He would like to skip this part but will stay and obey. Already on the cross He wants God not to dilate it any longer. He’s tired, all His body is hurting, there’s no strength left, wants God to take Him now. Is this deep suffering what makes us wonder if we were a God,

Would we stay and obey? Would we?    

 

La Expiación De Cristo

Aun cuando la semana santa es una fiesta católica casi todos los cristianos del mundo recordamos en estos días la crucifixión del Señor. La expiación de Cristo es en sí un acto sublime que cobra mayor significado cuando ubicamos los pormenores de lo ocurrido en su verdadero contexto. No quiero demeritar ni en un ápice el sacrificio hecho por Jesucristo pero a veces cuando hablamos de ello magnificamos los hechos cambiando así el significado de algunas partes de la profecía de la crucifixión.

Hoy cuando condenar a muerte a un hombre no es cosa común y es necesario haber cometido un delito muy grave para recibir tal condena nos parece atroz que un hombre haya sido condenado a muerte, sin haber delinquido, en una época en la que te cortaban la mano por haber robado una hogaza de pan. Al Señor le toco vivir una época en la que en este mundo imperaba la barbarie y los castigos que se recibían eran brutales. Era normal en esos días que un pueblo invadiera y subyugara a otro pueblo y el rey vencido era llevado cautivo para ser sometido a escarnio de sus captores y condenado a muerte para garantizar que no sublevaría a su gente para recuperar su reino de manera que cuando al Señor se le despoja de su manto y se le coloca una corona de espinas y sus prendas son sorteadas entre los soldados romanos el estaba recibiendo el trato que se le daba a un rey derrotado. Roma, el captor del pueblo judío lo reconocía de esa manera como el rey de Israel. Reconocimiento que no recibió de su propio pueblo que llevaba ya mucho tiempo viviendo en cautiverio y había olvidado que una vez tuvo un rey y que Jesús era el heredero por derecho al trono de Israel.

Cuando el centurión le ofrece el agua avinagrada tal y como lo dice la profecía. El legítimamente estaba ejerciendo un acto de compasión para con el Señor que estaba sediento. Acto de compasión que no recibió de su propia gente. Las tropas romanas dominaron el mundo; no eran un ejército de debiluchos infectados de parásitos y enclenques sino un cuerpo de legionarios sanos y fuertes. ¿Cómo lograban esto en un mundo que carecía de medios de purificación de agua y conservación de alimentos? La bolsa de agua del soldado romano no contenía agua sino vino sin añejar que producto del calor y el mal almacenamiento se avinagraba. Él le suministro al Señor lo que estaba acostumbrado a ingerir para mantenerse sano e hidratado. No fue un acto de crueldad sino de compasión. Compasión que dice que el gentil sería más fácil de convertir que el pueblo judío.

Dice la escritura que sería lacerado sin romper ni uno solo de sus huesos. La gran brutalidad de la crucifixión consiste en que la persona era clavada viva y hacían heridas en la carne para atraer a los cuervos que se comían vivo al hombre, en medio de una gran agonía. A veces un hombre permanecía colgado por semanas enteras antes de morir. Al lacerarlo para provocar el desangramiento se apuraba el momento de su muerte y reducía la agonía. Se dice en algunos textos antiguos que esto fue hecho a petición de un amigo suyo que lo amaba entrañablemente y no quería verlo sufrir. Probablemente el mismo amigo que rogo se le permitiera sepultarlo en la tumba de su propia familia ya que los crucificados eran arrojados en la ladera del Gólgota en una fosa común à la que llamaban el lago de azufre o Seol, debido à la hediondez, para que las aves de rapiña y fieras de presa hicieran el resto de la macabra labor (los cadáveres eran rociados con cal y azufre para mitigar un poco la presencia de moscas). Ningún crucificado era sepultado, ellos no tenían ese derecho.

El numero tres es un número cabalístico que se utiliza también en el cristianismo ya que la triple reiteración simboliza la trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) o triada de poder (Padre, El Hijo y Destructor). Vemos este número aparecer varias veces desde la captura hasta la crucifixión. Pedro lo niega tres veces, Tres zonas de su cuerpo son clavadas en la cruz que unidas por líneas imaginarias forman el triangulo que simboliza a Dios comunicándose con su pueblo, ese mismo triangulo simboliza la trinidad. De alguna manera ese número tres dice una y otra vez que el poder de Dios está presente en el acto.

Que estaba escrito. Era Maktub.

Visto de esta manera toda la culpa regresa a quien realmente causo su muerte. Nadie más que su propio pueblo intentaba dañarlo. Lo que ellos buscaban no era un salvador de almas sino un guerrero, un nuevo David que derrotara a Roma y eso es justo lo que Dios necesitaba que ocurriera para que el Señor completara el plan de salvación. ¿Acaso no sentía miedo de morir el Señor? Estaba tan asustado que no logro dormir ni por un minuto en el jardín. Su alma se siente absolutamente conmovida al orar. Le gustaría evitar esta parte de la expiación pero obedecerá al Padre. Ya en la cruz quisiera que Dios no demore más el momento de su muerte. Está cansado, todo su cuerpo duele con el dolor de la muerte, no le quedan fuerzas de que hacer acopio, quiere que el Padre lo arrebate consigo de una vez. Es este profundo padecimiento lo que hace que nos preguntemos; si fuéramos Dios

¿Obedeceriamos. Realmente lo haríamos?