Many times, as parents, we think protecting our
children from all dangers is real essence of our work and it’s true, is
necessary to protect our children from danger threatening a small child but
protection can become castration if we don’t find how to put limits to our own
fears. In fact even when it is harmful to let a kid grow à paunch (doing what
he pleases) this kind of child will be better prepared to face his own problems
than child grown under absolute care of parents.
Becoming overprotective is not difficult. We all start
wanting to care for our children in the best way. We chose a good school and if
it has high walls to protect him from world the better. We take him where he needs
to go because that prevents something happens along the way and let us know his
friends. Meeting our children’s friends is important because some of their
attitudes are a product of their friendly relations. We chose clothes he wears
to help him look good. We help him solve his problems because he is just a kid and
don’t know how to defend himself. We undermine gradually his way to
independence with our attentions and by time when we discover what we have done
we’ll have turned our son into a fearful adult who doesn’t know how to face
challenges life presents him, always in need of moral support and why not? Need
of help to solve what others easily overcome.
Fortunately for us, dedicated and devoted modern parents
who know danger that lurks in streets and intend to take care of it for our
children, kids usually reveal early to all these excessive care measures and
require us to retreat to the border of their own freedom. Take by force the
ground we have forbidden them and take control of their own life. What would it
be of us if they never dare to face us? What would it be of them the day we're
gone if they never dared to mutiny and take the ship by force? I have said many
times that I didn’t have the kind of problems other parents face when their
children are teenagers and this is true but I suffered this one; bigly.
I spent great deal of my time on being the best
representative in school, the kind of mother who has time to cooperate in
everything. I did not think twice to take some time off to accompany my
children every time the orchestra director said were traveling and needed
parents to help him care for the children. I was caregiver in visits to museums
and other places. Dictated free workshops and even replaced absent teachers. I
could have done many other things in that time but my children’s safety was a
priority. Little by little I went invading space that is usually closed to
parents and gifts from kids at school began to accumulate on shelves in my home
but one day I got to school and found my girl bathed in tears. She had the best
grades but had found her classmates saying those grades were a gift for her
mother. She studied hard and mom was the monster that prevented her from
enjoying her own achievements. Her teacher told me that my daughter demanded her
to reduce the score and even though she insisted that is her qualification and
she deserves it the girl was angry all day long. Thereafter she framed with an
intense rivalry the thin white line that she would not allow me to cross and
the day when ending high school I was called to the director’s office to notify
me that my daughter would have the valedictorian speech and they expected me to
help her prepare it didn’t doubt to ask what she really would like to say that
day. Of course I sprawl after beautifying what she wanted to say with something
of my own creation. I didn’t find pernicious bidding such when I wrote “... whenever you find yourself in front of a wall you
can’t jump don’t hesitate to look for me at math school; we can climb it
together...” Fortunately for me she took it as her own offer
and willingly invested time in helping those who needed to overcome problems
with numeric classes whenever someone was after her.
With the boy I did worse. He enjoyed being my baby and
paid the price. Every time he found that didn’t know how to resolve certain
issues because I had been there to solve them for him I felt guilt galloping in
my soul. Had never blame me but he and I both know I overdid everything and
wanting to protect him from evils of the world turned him a vulnerable kid.
Fortunately learns well and learns quickly. He has managed to avoid holes I created
along the years when he should have learned to face life by himself: We had learned
the two that sometimes is necessary to take risks.
As Paulo Coelho says “Boat is safe on the shore but was not made for that”
De La Relacion
Cercana A La Castracion
Muchas veces, como
padres pensamos que proteger a nuestros hijos de todos los peligros es la
esencia de nuestra labor y es cierto, es necesario proteger a nuestros hijos
del peligro que acecha a un niño pequeño pero la protección puede convertirse
en castración si no encontramos la manera de poner límites a nuestros propios
miedos. De hecho aun cuando es nocivo dejar que un chico crezca à la bartola (haciendo
lo que le plazca) esta clase de niño estará mejor preparado para enfrentar por
si mismo los problemas que se le presenten que el niño crecido bajo el absoluto
amparo de sus padres.
Llegar à la
sobreprotección no es difícil. Todos empezamos queriendo cuidar a nuestros
hijos de la mejor manera. Elegimos un buen colegio y si este tiene altos muros
que lo protejan del mundo mejor. Lo llevamos a donde necesite ir porque eso
impedirá que le ocurra algo en el camino y nos permitirá saber bien a quienes
trata. Conocer las amistades de nuestros hijos es importante porque parte de
sus actitudes son producto de sus relaciones amistosas. Elegimos la ropa que
usara para que luzca bien. Lo ayudamos a resolver sus problemas porque él es
chico y no sabe defenderse. Minamos poco a poco su camino hacia la
independencia con nuestras atenciones y para cuando descubrimos lo que hicimos
habremos convertido a nuestro hijo en un adulto temeroso de enfrentar los retos
que la vida le presenta, siempre necesitado de apoyo moral y ¿por qué no? ayuda
para resolver lo que otros superan fácilmente.
Por fortuna para
nosotros, dedicados y abnegados padres modernos que conocemos el peligro que
acecha en las calles y pretendemos cuidar de él a nuestros niños, los chicos
generalmente se revelan temprano a todas esas medidas de cuidado extremo y nos
exigen replegarnos hasta la frontera de su propia libertad. Toman por la fuerza
el terreno que les hemos vedado y asumen el control de su propia vida. ¿Qué
sería de nosotros si ellos no se atreviesen a enfrentarnos? ¿Qué sería de ellos
el día que ya no estemos si nunca se atreviesen a amotinarse y tomar el barco
por la fuerza? He dicho muchas veces que no tuve los problemas que otros padres
enfrentan cuando sus hijos son adolescentes y es cierto pero este si lo padecí;
en grande.
Invertí grandes
dosis de mi tiempo en ser el mejor representante en el colegio. La madre que
tiene tiempo para cooperar en todo. No lo pensé dos veces para tomarme unos
días libres para acompañar a mis hijos cada vez que el director de la orquesta
dijo que iban de viaje y necesitaba padres que lo ayudaran a cuidar los niños.
Fui cuidadora en visitas a museos y otros lugares. Dicte talleres gratuitos y
hasta reemplace maestros ausentes. Pude haber hecho muchas otras cosas en ese
tiempo pero la seguridad de mis hijos era prioritaria. Poco a poco fui
invadiendo el espacio que generalmente le es vedado a los padres y los regalos
de los chicos del colegio comenzaron a acumularse en estantes en mi casa pero
un día llegue à la escuela y encontré a mi niña bañada en lagrimas. Ella tenía
las mejores calificaciones pero había encontrado a sus compañeros diciendo que
esas notas eran un regalo para su madre. Estudiaba con ahínco y mami era el
monstruo que le impedía disfrutar de sus propios logros. La maestra me conto
que había exigido que le redujeran el puntaje y aun cuando ella insistió en que
esa es su calificación y la merece la chica paso el día enardecida. De allí en
adelante ella marco con una intensa rivalidad la delgada línea blanca à la que
no permitiría que me acercara y el día que terminando la secundaria fui llamada
à la dirección para notificarme que mi hija tendría el discurso del mejor
estudiante y esperaban que yo la ayudara a redactarlo no dude en preguntar que
le gustaría a ella realmente decir ese día. Desde luego que me desparrame
después hermoseando lo que ella quería decir con algo de mi propia creación. No
me pareció pernicioso hacer una oferta de ese tipo cuando escribí “…cuando sientan que están frente a un muro y no lo
logran saltar no duden en venir a buscarme à la escuela de matemáticas; lo
podemos trepar juntos…”
Afortunadamente para mi ella lo asumió como su propia oferta y gustosa invirtió
tiempo libre en ayudar a aquellos que necesitaban superar problemas con las
materias numéricas cada vez que alguien fue en su busca.
Con el varón me fue
peor. El disfrutaba ser mi bebe y pago el precio. Cada vez que encontró que no
sabía resolver ciertos asuntos porque yo había estado allí para resolverlos por
el sentí la culpa galopando en mi alma. No lo recrimino jamás pero él y yo
sabemos bien que me excedí en todo y que queriendo protegerlo de los males del
mundo lo convertí en un chico vulnerable. Por fortuna aprende bien y aprende
pronto. Ha logrado sortear los agujeros que yo cree en los años en los que él
debía haber aprendido a enfrentar la vida por sí mismo: Hemos aprendido los dos
que correr riesgos es necesario a veces.
Como dice Paulo
Coelho “El bote está seguro en la orilla
pero no fue hecho para eso”
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